Hola a todos, en estos últimos días me he desplazado a Canarias, de donde vengo, para poder ver a mi
familia y amigos. Tengo que reconocer que no eran los únicos a los que echaba de menos, también extrañaba mi casa, mi rutina o mi ciudad, de la que hoy vengo a hablaros. Nací, y crecí en esta ciudad, y como no es de extrañar le tengo un aprecio muy especial. Mi ciudad se llama Puerto de la Cruz, situada al norte de la isla de Tenerife, a las faldas del volcán Teide.
Ahora comenzaré dando a conocer algunos de los atractivos que ofrece mi ciudad:
Su valioso y cuidado casco histórico, con más de 140 edificios protegidos, es una delicia para los paseantes que recorren sus calles durante todo el año.
En la etapa prehispánica Se trata de un asentamiento aborigen rico en recursos hidráulicos De hecho Se han encontrado restos de una necrópolis dónde han aparecido momias y diferentes piezas de cerámica.
Más adelante en el tiempo podemos comprobar que el principal desarrollo de la ciudad ha tenido que ver con el puerto. Desde 1502 o así he podido comprobar en la web del Ayuntamiento, ya se realizaba alguna actividad portuaria pero el municipio pertenecía a otro colindante que aún existe.
Por otra parte, también a partir de 1880, el turismo
comienza a tener también un peso importante en la economía local.
Actualmente, la ciudad sigue atrayendo a miles de visitantes de todas partes del mundo, integrando perfectamente su humilde historia con las mejores facilidades turísticas. Sin duda os invito a que si algún día visitáis Tenerife, os paséis por mi ciudad porque no os dejará indiferentes.
Se trata del municipio más pequeño de Tenerife, con 8,7 km2 ,encierra
atractivos como su casco histórico protegido o su frente marítimo, del que tantos recuerdos tenemos todos los que vivimos allí. Su clima lo convirtió en el primer
centro turístico de Canarias, desde que los médicos británicos lo recomendaron como sitio ideal para el turismo sanitario. Cuenta con temperaturas que oscilan
entre los 22 ºC y los 15 ºC que permiten disfrutar del mar y el aire libre durante todo el año.
Es desde un primer momento un municipio costero,con una intensa relación con el mar, y una gran tradición hotelera ,ha
acogido a visitantes como Agatha
Christie, Alexander Von Humboldt, Michael Jackson, André Breton o The Beatles, entre
otros. Todos ellos enamorados de la combinación de las zonas de parques, las playas de arena negra y las pintorescas calles empedradas del casco histórico.
Especialmente recomendable es visitar el tradicional barrio pesquero de La Ranilla, que antes del 2014, se trataba de un barrio muy degradado, con casas muy viejas y descuidadas, pero en ese año se puso en marcha una propuesta a través de la cual se llamaron a artistas urbanos de fama mundial para dar una nueva vida al barrio, y sin duda funcionó: ahora es un pintoresco lugar, muy colorido, con pinturas en cada esquina.
También es un destino ideal para practicar
turismo activo y disfrutar de los más de mil kilómetros de senderos de la Isla. También se puede disfrutar de saltos en parapente a los pies del Teide. El mar ofrece
multitud de actividades deportivas, desde paddle surf o bodyboard hasta buceo.
Además, el tubo volcánico submarino conocido como La Rapadura
atrae cada año a numerosos submarinistas expertos. También destacar las
piscinas naturales de San Telmo, las playas de arena volcánica o el complejo de
piscinas Lago Martiánez, en las que cosecho muchísimos recuerdos. Estas piscinas fueron diseñadas en los años 60 por el artista canario César Manrique, y hasta ahora se han mantenido como el monumento por excelencia de la ciudad.
Es muy popular el Festival Internacional de Arte en la
Calle (MUECA) que se celebra en mayo, pero también la Semana Bávara dedicada a
la música y gastronomía alemana que tiene lugar a finales de agosto. En
diciembre destaca el Bach Festival. En cuanto a fiestas populares, los
carnavales son los protagonistas en el mes de febrero, que son fiestas en toda la comunidad, sin embargo aquí tienen un especial interés ya que se tratan de los carnavales más antiguos.
En cuanto a su historia,puede decirse que el origen y
desarrollo de Puerto de la Cruz ha estado vinculado a la actividad comercial y portuaria.De hecho, el nombre del lugar así lo refleja.
La actividad portuaria se dedicaba a la exportación de azúcar.
Pero con el tiempo también se comienza a exportar vinos a Gran Bretaña, muy interesada en el vino de esa zona. La ciudad crece, y su puerto se expande desde el antiguo puerto viejo hasta el puerto nuevo, que aún así tiene más de trescientos años.
A pesar de las continuas crisis comerciales del siglo XVIII, el puerto de la ciudad sigue manteniéndose como uno de los más dinámicos del archipiélago.
El auténtico desarrollo turístico se da entre los
años 50 y 80.
Será en los sesenta cuando el turismo modificará
radicalmente el Puerto de la Cruz. Llega también una modificación urbanística que hasta hoy en día sigue definiendo la ciudad con el nacimiento de todo tipo de establecimientos
hoteleros.
En los años 70, con la crisis, el turismo cae, paro volver en los 80 con más moderación. En estos años se construye el Complejo Martiánez, como ya he dicho con el sello de César Manrique. Su influencia también queda reflejada en la playa Jardín, en una apuesta por crear un entorno natural en el que se puede pasear en medio de cómodos senderos, con jardines de plantas canarias, cascadas de agua y cuevas de piedra... etc.
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