Y de repente... casi sin quererlo, me encontré en una exposición de fotografía amateur con algunos de mis compañeros de clase. El jueves, mi compañera Virginia Bosco, me propuso acudir después de las clases a su colegio mayor, el C.M. Argentino, a una exposición muy especial para ella: una amiga suya, Paloma, estaba mostrando el resultado visual de su talento. Digo talento porque realmente lo es, no suelo soltar esta palabra a lo loco, ya veréis por qué.
Volviendo a la historia, tras salir de clases me dirige al lugar, allí ya estaban algunos de mis compañeros con la mirada puesta en las obras. Espero que esto no ofenda a mi querida Virginia pero no iba con unas expectativas muy altas a la exposición, aunque, para tu consuelo Virginia, ¡tu amiga es una fenómeno! No es por quedar bien pero sus fotos me trasmitieron tanta fuerza que suscitaron en mí un interés por el mundo de la fotografía que hasta entonces nunca había sentido. Clavé mi mirada en uno concreto: una lata de cerveza en una nevera, si si, como oyes... una lata de cerveza. La exposición se resume en esto: detalles de la vida cotidiana vistos desde otra perspectiva, otra luz, otro encuadre... muy parecido a lo que perseguimos en DAI I, parece que Paloma está cursando arquitectura y no diseño, que es lo que realmente hace. Empecé a encontrar este nexo común entre todas sus fotos cuando la propia artista nos confesó el verdadero objeto retratado en una de sus fotos, pensé que podía tratarse de una serie de balcones con distintas formas, pero no; se trata de una escalera mecánica. Es precisamente lo que digo: una realidad cotidiana vista desde otro encuadre, desconocido para nosotros, nos abre nuevas visiones.
Después de echar una primera ojeada, Paloma nos pidió un momento para poder transmitirnos unas palabras, parecía nerviosa, pero eso no le impidió pronunciar unas palabras que sin duda, a mi, me llegaron. Nos decía que para ella la cámara es una máquina a diferencia de otros fotógrafos que la consideran como una extensión de su cuerpo. Está muy bien que se deje de metáforas y de embellecer algo, que es como es, y punto. También nos comentó que todas las fotos no están editadas, se han sacado tal y como las vemos.
Otro punto que me sorprendió fue que la institución del gobierno de la República de Argentina, que es dueño de ese colegio permite a sus alumnos organizar exposiciones en una magnífica sala que disponen en el sótano, y encima, la promocionan.
También nos comentó que otra obra, a la cuál no había ni echado el ojo, se trataba realmente de un letrero luminoso de un autobús, aunque ella, y creo que todos nosotros vemos a primera vista una especie de figura abstracta que se asemeja a algo parecido a un trazado de una ciudad de noche.
Nos cuenta la historia que hay detrás de todo: un día lluvioso típico de su natal Santiago, estaba esperando en una marquesina de bus, cuando vio ese encuadre tan característico suyo: a través de una abertura en el platico de la pantalla pudo obtener la foto, aunque le costó... tanto que perdió dos veces su bus. Esto le ocurre siempre dice, cada vez que encuentra un buen encuadre, no puede parar hasta conseguirlo, sea lo que sea lo que esté haciendo. Creo que eso, junto a otras muchas coas hacen de ella una gran artista, te deseo lo mejor, Paloma. SIGUE ASÍ.
Volviendo a la historia, tras salir de clases me dirige al lugar, allí ya estaban algunos de mis compañeros con la mirada puesta en las obras. Espero que esto no ofenda a mi querida Virginia pero no iba con unas expectativas muy altas a la exposición, aunque, para tu consuelo Virginia, ¡tu amiga es una fenómeno! No es por quedar bien pero sus fotos me trasmitieron tanta fuerza que suscitaron en mí un interés por el mundo de la fotografía que hasta entonces nunca había sentido. Clavé mi mirada en uno concreto: una lata de cerveza en una nevera, si si, como oyes... una lata de cerveza. La exposición se resume en esto: detalles de la vida cotidiana vistos desde otra perspectiva, otra luz, otro encuadre... muy parecido a lo que perseguimos en DAI I, parece que Paloma está cursando arquitectura y no diseño, que es lo que realmente hace. Empecé a encontrar este nexo común entre todas sus fotos cuando la propia artista nos confesó el verdadero objeto retratado en una de sus fotos, pensé que podía tratarse de una serie de balcones con distintas formas, pero no; se trata de una escalera mecánica. Es precisamente lo que digo: una realidad cotidiana vista desde otro encuadre, desconocido para nosotros, nos abre nuevas visiones.
Después de echar una primera ojeada, Paloma nos pidió un momento para poder transmitirnos unas palabras, parecía nerviosa, pero eso no le impidió pronunciar unas palabras que sin duda, a mi, me llegaron. Nos decía que para ella la cámara es una máquina a diferencia de otros fotógrafos que la consideran como una extensión de su cuerpo. Está muy bien que se deje de metáforas y de embellecer algo, que es como es, y punto. También nos comentó que todas las fotos no están editadas, se han sacado tal y como las vemos.
Otro punto que me sorprendió fue que la institución del gobierno de la República de Argentina, que es dueño de ese colegio permite a sus alumnos organizar exposiciones en una magnífica sala que disponen en el sótano, y encima, la promocionan.
También nos comentó que otra obra, a la cuál no había ni echado el ojo, se trataba realmente de un letrero luminoso de un autobús, aunque ella, y creo que todos nosotros vemos a primera vista una especie de figura abstracta que se asemeja a algo parecido a un trazado de una ciudad de noche.
Nos cuenta la historia que hay detrás de todo: un día lluvioso típico de su natal Santiago, estaba esperando en una marquesina de bus, cuando vio ese encuadre tan característico suyo: a través de una abertura en el platico de la pantalla pudo obtener la foto, aunque le costó... tanto que perdió dos veces su bus. Esto le ocurre siempre dice, cada vez que encuentra un buen encuadre, no puede parar hasta conseguirlo, sea lo que sea lo que esté haciendo. Creo que eso, junto a otras muchas coas hacen de ella una gran artista, te deseo lo mejor, Paloma. SIGUE ASÍ.
Comentarios
Publicar un comentario